La crisis económica actual está mermando la economía de las familias lo que implica que haya que recortar cualquier gasto que consideremos superfluo y la alimentación sana parece ser uno de ellos.Puede al principio parecer una contradicción, pero según un estudio de la empresa IPSOS dedicada a hacer estudios de mercado, parece que es así y existe cierta lógica detrás de este fenómeno.
Los productos saludables son caros y el consumidor se está centrando en el consumo de productos que, aunque no son tan nutritivos, si que nos permite ahorrar ese dinero tan necesario para llegar a final de mes .De hecho, el 17% de los encuestados en el estudio afirmó que la barrera más importante para consumir productos saludables es el alto precio de estos productos.
En Reino Unido de hecho, el consumo de vegetales, carne de cordero y fruta ha disminuido a favor de otros productos menos saludables como pizzas, productos congelados y galletas envasadas, cuyo precio es sensiblemente menor que los productos saludables. Si hablamos de las ventas de los productos que tienen nutrientes mejorados, es decir, las típicas leches con Omega 3 o galletas sin ácidos grasos, la bajada de ventas todavía es mayor.
Además junto a ello, cabe destacar el descenso que ha tenido en los últimos años el número de usuarios de los gimnasios. De media, el descenso es según el estudio un 23%, aunque cabe destacar que el descenso es todavía mayor ya que no tiene en cuenta el descenso que ha habido desde Septiembre en este tipo de instalaciones, ya que los gimnasios han pasado de un IVA del 8% al 21%, un aumento del 13% que encarece aún más si cabe este tipo de servicio.
Una serie de subidas que explica porque tras la crisis, los hábitos saludables de los consumidores están casi desapareciendo.
Fuente: Chance