Buena parte de los pequeños inversores, como puede ser en tu propio caso, están ya preparando su cartera de inversión ante un posible escenario alcista de las bolsas a la vuelta de las vacaciones. No se sabe si se va a producir, pero en tal caso los valores eléctricos serán los que con menos fuerza crezcan, y en cualquier caso por debajo de los rendimientos de otros valores procedentes de otros sectores de la renta variable.
Esta situación se debe a muchas de las características que presentan estas compañías y que las hacen menos atractivas para los escenarios más alcistas de los mercados financieros. Bajo estos planteamientos si empieza a subir la bolsa no será muy recomendable que optes por sus representantes. Tienes otros más sugerentes. Te vamos a proporcionar algunos argumentos para que desestimes esta idea. Y que parten de las siguientes actuaciones en la que te deberás fundamentar a partir de estos momentos.
Valores eléctricos: son más defensivos
Este sector bursátil se distingue fundamentalmente por ser de los más conservadores que puedes encontrar en la bolsa española. No en vano, si esta sube con fuerza, verás con toda seguridad como todos sus valores se quedan rezagados con respecto a los más propensos a revalorizarse. Siempre ha pasado, y así seguirá sucediendo durante los próximos años. Ante esta situación tan especial, no será nada rentable para tus intereses que los selecciones ante la aparición de tendencias alcistas en los próximos días.
Con oscilaciones en sus precios mínimas
Si por algo se distinguen los valores eléctricos es porque sus fluctuaciones en los mercados no son muy elevadas. Con una diferencia entre sus precios máximos y mínimos muy pequeñas. En cualquier caso, pocos válidas para operaciones a muy corto plazo, o de carácter eminentemente especulativo. No las podrás ajustar a tus intenciones de rentabilizar los ahorros para aprovecharte rápidamente de esta tendencia, y aún menos si es coyuntural.
Líneas de negocio sin sobresaltos
Pertenecen a unos negocios de gran estabilidad, y que apenas generan movimientos con sus movimientos corporativos. Este es uno de los motivos para que moderen sus subidas en los escenarios más favorables para la renta variable. A cambio ofrecen a todos sus accionistas uno de los dividendos más generosos del mercado. En la mayoría de las ocasiones, con un rendimiento fijo por encima del 5%, que reparte todas las compañías todos los años.